José Rafael Cáceres Calderón 16 Calle 38-06 Zona 5 Jardines de la Asunción Sur. Guatemala - Guatemala (502) 55191878 • rafael.caceres@icloud.com Estudios |
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-1994 Instituto Suger Montano Perito en Mercadotecnia y Publicidad Diseñador Gráfico Computarizado - 1995 Instituto Bíblico Cosecha el Mundo Ministro en Ministerios Cristianos Prácticos - 2007 Latín University of Theology Licenciado en Teología - 2010 Purpose Driven Ministries Pastoral Couching Ministries Capacidades |
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● Atención al cliente Experiencia laboral |
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Promotor Financiero, Financiera G&T Jefe de Unidad Financiero, Financiera G&T Misionero Cristiano, Evangelista. Corazones en Acción Internacional Dic. 1994 - Feb 1996 / Mar. 1996 - Ene. 2001 ● Exitosos congresos de niños, jóvenes y maestros de escuela dominical El Salvador, Nicaragua, México, Los Ángeles USA. Organizador De Eventos Masivos Cristianos Ene. 2001 - Dic. 2001 COICOM - Plan 1000 Días Internacional ● Convocatoria y reclutamiento de obreros cristianos para el plan de VILLA NUEVA PARA CRISTO. conservación de resultados, trabajo en equipo, seguimiento efectivo y liderazgo motivacional. IGLESIA CON PROPÓSITO. Co-Pastor Y Maestro De Biblia Dic. 2001 - Dic. 2002 Bogotá Colombia, Iglesia Misión Cristiana Fe en Acción ● Implementación de un modelo de evangelismo, Discipulado, enseñanza y lanzamiento de obreros.
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Dios es Fiel
martes, 11 de febrero de 2014
HOJA DE VIDA / CV
jueves, 31 de octubre de 2013
Hoy Dios me hablo y me dijo:
¡QUIERO COMPARTIRLES ESTO QUE ME PASO HOY!
Hoy orando al Señor le pregunte:
"Señor, que tan santo tiene que ser uno para ser un verdadero santo o cuantos pecados es el mínimo o máximo que tiene que cometer uno para ser un verdadero pecador."
A lo que el Señor me contesto:
"Hijo, o eres santo o eres pecador. No puedes decir que eres santo al menos que lo seas todos los días, si quieres ser integro lo tienes que ser siempre, todo el tiempo, cada segundo de tu vida, de lo contrario eres un pecador."... Y añadió: "No hay justo, no hay uno, no hay un solo santo, todos pecan, todos fallan, nadie esta intachable delante de mi en la tierra."
Y entonces el Señor me hizo recordar el Sacrificio de La Cruz, la muerte de CRISTO en nuestro lugar y me dijo El Padre:
"Si quieres presentarte delante de mi, debes confiar en mi hijo JESÚS, él es la justicia, el es la redención, el es la expiación, el es el santificador, el es el quien te presenta puro delante de mi. Hijo, no es por lo que hagas o no hagas, es por lo que JESÚS hizo en la cruz por ti. En eso confía, en eso aferrate, de eso agárrate. Confía en él."
Le dije, ¿Señor, y por que haces esto, por que lo hiciste así?, me contesto:
PORQUE QUIERO QUE LA GENTE ME BUSQUE MÁS POR AMOR QUE POR TEMOR.
Señor, entonces ¿Qué hago yo?
....solamente vive agradecido.
martes, 29 de octubre de 2013
SE LO QUE ERES... ¡UN CRISTIANO!
lunes, 12 de agosto de 2013
MUJER CRIADA POR UN HOGAR HOMOSEXUAL "SALE DEL CLOSET" Y CUENTA SU TESTIMONIO
Según informa ForumLibertas.org, Dawn Stefanowicz vive en Ontario, Canadá, con su esposo de toda la vida y sus dos hijos, a los que ha educado en casa. Actualmente prepara su autobiografía y desarrolla un ministerio especial desde el sitio web (en inglés) http://www.dawnstefanowicz.com/:
Brinda ayuda a otras personas que como ella crecieron a cargo de un padre homosexual y fueron expuestas a este estilo de vida.
Stefanowicz explica en el sitio web “cómo en su infancia estuvo expuesta a intercambios de parejas gays, playas nudistas y la falta de afirmación en su feminidad, cómo le hirió el estilo de vida en el que creció, y ofrece ayuda, consejo e información para otras personas que han crecido heridas en un entorno de ‘familia’ gay, un estilo de ‘familia’ que ella no desea para nadie y que cree que las leyes no deberían apoyar”.
Su testimonio:
En su relato, Stefanowicz explica que debido a una enfermedad grave de su madre debió quedar al cuidado de su padre homosexual cuando aún era una niña. “Estuve expuesta a un alto riesgo de enfermedades de transmisión sexual debido al abuso sexual, a los comportamientos de alto riesgo de mi padre y a numerosas parejas”, relata.
“Incluso cuando mi padre estaba en lo que parecían relaciones monógamas, continuaba haciendo ‘cruising’ buscando sexo anónimo. Llegué a preocuparme profundamente, a amar y entender con compasión a mi padre. Compartía conmigo lo que lamentaba de la vida. Desgraciadamente, siendo niño unos adultos abusaron sexual y físicamente de él. Debido a esto, vivió con depresión, problemas de control, estallidos de rabia, tendencias suicidas y compulsión sexual. Intentaba satisfacer su necesidad por el afecto de su padre, por su afirmación y atención, con relaciones promiscuas y transitorias. Las (ex) parejas de mi padre, con los que traté y llegué a apreciar con sentimientos profundos, vieron sus vidas drásticamente acortadas por el SIDA y el suicidio. Tristemente, mi padre murió de SIDA en 1991″, recuerda.
Según Stefanowicz las “experiencias personales, profesionales y sociales con mi padre no me enseñaron el respeto por la moralidad, la autoridad, el matrimonio o el amor paterno. Me sentía temerosamente acallada porque mi padre no me permitía hablar de él, sus compañeros de casa, su estilo de vida y sus encuentros en esa subcultura. Mientras viví en casa, tuve que vivir según sus reglas”.
“Sí, amaba a mi padre. Pero me sentía abandonada y despreciada porque mi padre me dejaba a menudo para estar varios días con sus compañeros. Sus parejas realmente no se interesaban por mí. Fui dañada por el maltrato doméstico homosexual, las tentativas sexuales con menores y la pérdida de parejas sexuales como si las personas fueran sólo cosas para usar. Busqué consuelo, busqué el amor de mi padre en diversos novios a partir de los 12 años”, sostiene.
Stefanowicz recuerda que “desde corta edad, se me expuso a charlas sexualmente explícitas, estilos de vida hedonistas, subculturas GLBT y lugares de vacaciones gay. El sexo me parecía gratuito cuando era niña. Se me expuso a manifestaciones de sexualidad de todo tipo incluyendo sexo en casas de baño, travestismo, sodomía, pornografía, nudismo gay, lesbianismo, bisexualidad, voyeurismo y exhibicionismo. Se aludía al sadomasoquismo y se mostraban algunos aspectos. Las drogas y el alcohol a menudo contribuían a bajar las inhibiciones en las relaciones de mi padre”.
“Mi padre apreciaba el vestir unisex, los aspectos de género-neutro, y el intercambio de ropas cuando yo tenía 8 años. Yo no veía el valor de las diferencias biológicamente complementarias entre hombre y mujer. Ni pensaba acerca del matrimonio. Hice votos de no tener nunca hijos, porque no crecí en un ambiente de hogar seguro, sacrificial, centrado en los niños”, señala.
Las consecuencias:
“Más de dos décadas de exposición directa a estas experiencias estresantes me causaron inseguridad, depresión, pensamientos suicidas, miedo, ansiedad, baja autoestima, insomnio y confusión sexual. Mi conciencia y mi inocencia fueron seriamente dañados. Fui testigo de que todos los otros miembros de la familia también sufrían”, sostiene Stefanowicz.
Ella asegura que sólo después de haber tomado las decisiones más importantes de su vida, empezó a darse cuenta de cómo la había afectado crecer en ese ambiente.
“Mi sanación implicó mirar de frente la realidad, aceptar las consecuencias a largo plazo y ofrecer perdón. ¿Podéis imaginar ser forzados a aceptar relaciones inestables y prácticas sexuales diversas desde corta edad y cómo afectó a mi desarrollo?. Desgraciadamente, hasta que mi padre, sus parejas sexuales y mi madre murieron, no pude hablar públicamente de mis experiencias”, explica.
“Al final, los niños serán las víctimas reales y los perdedores del matrimonio legal del mismo sexo. ¿Qué esperanza puedo ofrecer a niños inocentes sin voz? Gobiernos y jueces deben defender el matrimonio entre hombre y mujer y excluir todos los otros, por el bien de nuestros niños”, concluye